Günther Uecker

Günther Uecker es el artista alemán más conocido en el mundo. Vive y trabaja en Düsseldorf.

Uecker se mantuvo aislado de todo tipo de manifestación de arte moderno hasta su edad adulta. Nació en 1930 en Wendorf, Mecklenburgo, creció en el entorno rural de la peninsula Wustrow, cerca de Wismar (que en 1949 pasó a ser zona militar rusa).

Fue educado en un internado y estudio en la conocida Escuela de "Arte" de Berlín-Weißensee: "arte era ahí artesanía o "realismo socialista". Sus cuadros eran hasta 1954 retablos, obras plásticas o tallados en madera figurativos. Pero el resultado no lograba contentarlo y comenzó a ponerle clavos para "deshacerlos". Así, no sólo rompió con el llamado arte burgués, si no que inventó una nueva técnica artística.

Este "descubrimiento" de su propia persona se plasmó en el Grupo Zero, el cual se propuso empezar de cero a finales de los años 50.

Yves Klein, le presentó a los otros artistas del Grupo Zero: Piene, Mack y Fontana. No le interesaban ni el arte abstracto, ni el informalismo de los años 50 y 60. Uecker encontró sus raíces, más bien, en el constructivismo de Malewitsch.

A partir de aquí surgieron la cinética y el juego con la luz. Sus ritmos de clavos han hecho famoso a Uecker. Al principio no le interesaba el material en sí, los clavos, sino el espacio entre ellos, el juego de luz y sombra. El clavo le ayuda a articular fenómenos luminosos. En sus "campañas de clavos" - creadas para ámbitos habitacionales - martilleaba los clavos en las superficies de máquinas de lavar ropa, receptores de televisión, lámparas, mesas y sillas. Era su forma de cercar los desconocido, de crear espacios libres para la fantasía. Al comienzo todos los clavos eran blancos. Sólo más tarde aparecen los clavos sin camuflaje y adquieren su propio valor con los rasgos específicos del material.

Su exposición "El hombre vulnerado" recorrió el mundo a lo largo de diez años.

Paralelamente se realizan otras exposiciones monográficas en diferentes ciudades europeas. Su monumento admonitor, de piedras, constituye desde el mes de septiembre del 2000 una exposición permanente en el sótano del comedor de los presos del campo de concentración Buchenwald.

En St. Gallen cooperó con Jürgen Habermas en una llamada interacción entre filosofía y arte. Invitado por el gobierno de Vietnam visitó este país asiático en diciembre de 1999 y posteriormente pasó una temporada de trabajo en el Japón, de abril a junio del 2000.